HIPERACUSIA EN NIÑOS

CENTRO DEL AUDÍFONO

No es infrecuente, que los niños tengan una audición hipersensible. Algunos niños reaccionan con muchas molestias a determinados sonidos, como el chirrido de una tiza en la pizarra.  

 

En cualquier ambiente ruidoso, es común ver a  niños que se colocan las manos en los oídos. Para la mayoría de los niños, taparse los oídos con las manos suele terminar cuando el sonido ya no se oye.

Pero, en algunos niños, la reacción a los sonidos intensos, puede variar entre angustia a ataques de pánico, que pueden durar un tiempo considerable después de la interrupción del sonido problemático. La prevalencia reportada de hiperacusia en niños varía entre 3.2% y 17.1%

Los padres pueden descubrir que su hijo tiene hiperacusia o sensibilidad auditiva,  si presenta alguno de los siguientes tipos de comportamientos:

  • Le molestan los ruidos fuertes. Si algo cae al suelo, inmediatamente,  se asusta y se empieza a llorar.
  • Se aleja de la televisión cuando la conectas a un volumen que a ti te parece normal.
  • No soporta los auriculares; se los quita en cuanto intentan ponérselos.
  • Se aparta de las personas que hablan con un tono agudo o un elevado tono de voz.

Algunos sonidos les molesta mucho más: sonido de una moto, el de un concierto de música, ruido ambiental de un centro comercial.

Tiene algún trastorno del sueño.

Si sospechas que tu hijo pueda tener sensibilidad auditiva, puedes comprobarlo con un diagnóstico en un centro especializado. El especialista en hiperacusia le realizará una serie de pruebas, como: audiometría, niveles de confort y disconfort al sonido, timpanometría,  otoemisiones acústicas.

Incidencia

 Los acúfenos e hiperacusia no son comunes en la población infantil, debido a que estos no se quejan espontáneamente. Los investigadores en salud auditiva presuponen que el niño con acúfenos considera al zumbido en sus oídos como un evento normal, debido a que el niño lo ha estado percibiendo durante muchos años. Una segunda explicación de esta discrepancia se encuentra en el hecho que el niño es incapaz de distinguir entre el impacto psicológico del acúfeno y su significado médico.

Pero el acúfeno continuo puede ser llegar a ser muy molesto e incluso distraer al niño, y en casos severos puede producir estrés psicológico, además de interferir en la capacidad del niño para llevar una vida normal.

Síntomas

Los síntomas pueden relacionarse con daño producido por ruido, golpes en la cabeza, fármacos ototóxicos, reacciones alérgicas, infecciones virales, patología cerebral. Los niños que nacen con acúfenos o que los padecen desde muy corta edad, pueden no reconocer que no es normal tener acúfenos.

A menudo, los niños tienen dificultades para explicar estas sensaciones hasta que llegan a la edad escolar (5 o 6 años). Esto ocurre, porque no tienen hasta entonces el vocabulario o la habilidad verbal para transmitir estos síntomas

Conducta del niño con hiperacusia

Los padres deben de sospechar que su hijo presenta hiperacusia cuando éste responda de modo negativo a los sonidos cotidianos de casa o del exterior: sonido de la vajilla, ladrido de perros, ruidos de tráfico.

Los niños con hiperacusia se suelen taparse los oídos, llorar o gritar ante una exposición

Los comportamientos o conductas relacionados con acúfenos e hiperacusia (molestia a los ruidos de normal intensidad), son: problemas de atención y concentración, insomnio, depresión, etc.

Consejos para aliviar los acúfenos en su hijo

Explícalo

Dígales lo que está sucediendo en términos simples que no causarán alarma. Un buen enfoque es decir que el cerebro está escuchando un sonido que no tiene un sonido que coincida con el exterior. Asegúreles que puede ayudar a entrenar a su cerebro para que no escuche los sonidos del tinnitus. 

Verifique su audición

Organice una prueba de audición en caso de que también experimenten pérdida de audición. Si lo son, los audífonos pueden ayudar a abordar tanto la pérdida de audición como los síntomas del tinnitus.

Hacer preguntas

Hable con un profesional para que le brinde consejos expertos adaptados a las necesidades de su hijo. Un audiólogo ofrecerá soluciones simples que sean adecuadas para su hijo.

Estresar menos

Practique ejercicios de relajación juntos para distraerlos y aliviar la ansiedad o el estrés, que pueden empeorar el tinnitus.

Involucrar a otros

Hable con su maestro en caso de que afecte la concentración en la clase y hágales saber algunas soluciones prácticas, como alejarse de las áreas ruidosas. Chatee con otros cuidadores o profesionales relevantes para hacerles saber lo que está pasando.

Hablar alto

Deje que su hijo sepa que está bien hablar cuando sus síntomas los molesten. Si les da vergüenza, organice una forma discreta de avisarles a usted o a un maestro sin atraer demasiada atención.

Ponte sano

Promueva hábitos saludables como comer una dieta balanceada y mantenerse activo. Esto puede ayudar a reducir los síntomas y distraerlos de los sonidos del tinnitus.

Que te diviertas

Cuando su hijo esté absorto en actividades, será menos probable que note el tinnitus. Las hormonas felices también ayudan a mantenerlos relajados y aliviar la ansiedad.

No desesperes

Finalmente, puede estar seguro de que el tinnitus puede desaparecer por sí mismo y se puede controlar fácilmente. 

Preguntas y respuestas

1 ¿Los niños pueden tener acúfenos e hiperacusia?

Sí. Los niños pueden padecer acúfenos e hiperacusia, desde su nacimiento o desarrollar cualquiera de estos dos síntomas, no son raros los acúfenos en la infancia

2 ¿Cómo adquieren los niños los acúfenos o la hiperacusia?

 Del mismo modo que los adultos: estos síntomas pueden relacionarse a daño en la audición por ruido, golpes en la cabeza, por drogas tóxicas para la audición, reacciones alérgicas, infecciones virales, trastornos auto-inmunes, infecciones crónicas del oído, hipoacusia, diversas enfermedades, daño cerebral, abuso de fármacos, etc.

3 ¿Cómo refieren los niños sus acúfenos?

 Los niños que nacen con acúfenos o que los padecen desde muy corta edad, pueden no darse cuenta que no es normal tener un acúfeno. A menudo los niños tienen dificultades para explicar estas sensaciones hasta que llegan a la edad escolar, alrededor de los 5 a 6 años. Esto ocurre porque no tienen hasta entonces el vocabulario o la habilidad verbal para transmitir estos síntomas.

4 ¿Qué conductas pueden darnos claves sobre estos síntomas?

Los comportamientos o conductas relacionados con acúfenos e hiperacusia, tomados de varios estudios previos son:  problemas de la atención y concentración, estar como con falta de foco, insomnio, depresión, falta de descanso, y también padecer otitis repetidas

5 ¿Cuáles son los signos de hiperacusia en niños?

 Los oídos de los niños son en general mucho más sensibles que los de los adultos, debido a su mayor audición, y frecuentemente los niños han de llorar u ofuscarse ante la exposición a sonidos intensos. Los padres deberían estar alerta a los niños que responden negativamente a los sonidos cotidianos, incluyendo el sonido de la vajilla, el ladrido de los perros, los ruidos del tránsito, y también los sonidos de una heladera o el andar del motor del aire acondicionado. Los niños y jóvenes con hiperacusia pueden caer, llorar, taparse los oídos o gritar ante una exposición sonora, aún a niveles normales de sonido

6 ¿Qué puede hacerse ante un caso sospechoso?

 Deberá hacerse un examen minucioso de la audición por un otorrinolaringólogo especialista en acúfenos e hiperacusia. Dependiendo de la edad y de la voluntad del niño, se le realizarán diversas pruebas para juzgar el grado y la severidad de estos síntomas, a veces estas pruebas se hacen en varias sesiones para no fatigar al niño. Luego el especialista le ha de brindar a los padres un detalle de estos síntomas y de su tratamiento.

7 ¿Desde qué edades se han visto niños con acúfenos?

 En diversos estudios clínicos y en nuestra propia actividad se han referido y hemos evaluado niños y jóvenes entre los 2 y los 16 años, con acúfenos e hiperacusia.

8 ¿Desaparecen completamente los acúfenos y la hiperacusia?

Hay circunstancias en que esto ocurre, los tratamientos para estos síntomas se basan en mecanismos de habituación neurológica, los pacientes y sus padres pueden encontrar un alivio importante contactándose con los especialistas en el tema, siendo particularmente útil la denominada Terapia de reentrenamiento para acúfenos e hiperacusia de Jastreboff (desarrollada en 1985)

 Tratamiento del acúfeno en niños

La hiperacusia no es algo que tenga cura, pero sí debe ser tratado. Es más: debes hacerlo, ya que se ha demostrado que la hiperacusia puede derivar con el tiempo si no se trata en otros problemas de oído como el vértigo o los acúfenos (oídos agudos muy desagradables que una persona escucha sin que existan estímulos externos que los provocan).

La única forma de tratar la hiperacusia es intentar restar sensibilidad hacia el sonido. ¿Y cómo se hace eso? Intentando acostumbrar al oído poco a poco a sonidos más fuertes. 

Debes someter al oído de tu hijo a un nivel mayor de sonido, de forma paulatina, y siempre a estímulos agradables. Por ejemplo, mediante la música. Puedes ponerle música durante cinco minutos y al día siguiente ponérsela a un volumen un poco más elevado. Y así, día tras día, intentar aumentar el volumen de forma paulatina para que él lo vaya tolerando (hasta llegar a un volumen aceptable, nunca demasiado alto).

El objetivo es que tu hijo pueda tolerar un volumen de sonido superior pero sin que llegue a ser agresivo. De esta forma, el oído se irá acostumbrando a que hay sonidos más intensos y otros más suaves y que debe tolerar ambos.

No existe un fármaco específico o intervención quirúrgica para tratar los acúfenos en niños. Sin embargo, los expertos sugieren que los siguientes pasos pueden ser realizados para tratar al niño con acúfenos:

Explicarle que este trastorno es común, y que no están solos. Hay que hacerle comprender con imágenes y terminología adecuada a su edad.

Explicarle que los acúfenos poco a poco serán menos molestos. Muchos niños encuentran de mucha utilidad que se les sea explicado la causa y tratamiento para los acúfenos. Esto es particularmente debido al conocido concepto médico de “plasticidad cerebral”, que resulta en que el cerebro del niño es capaz de cambiar sus respuestas a todas las clases de estímulo. Si esto es cuidadosamente descrito, el acúfeno en su hijo puede no ser un problema.

La terapia sonora ha sido utilizada para tratar adultos con acúfenos durante mucho tiempo, por consiguiente, también la podemos utilizar en niños para ayudar a percibir con menos intensidad el acúfeno.

Si los acúfenos ocurren regularmente, entonces el sistema nervioso central del niño puede mediante terapia sonora adaptarse a este trastorno. El sonido puede ser ambiental, tal como un ventilador o suave música ambiental. En niños con pérdida auditiva y acúfenos,  pueden utilizar audífonos, ya que puede