Modificaciones de la actividad en pacientes con hiperacusia
En los pacientes con hiperacusia, la vida normal se les va haciendo progresivamente imposible de tolerar; dejan de usar herramientas o electrodomésticos, como: secadores de cabello, aspiradoras, utensilios de bricolage, etc. ya que no toleran sus sonidos.
En el ámbito laboral disminuyen su rendimiento en el trabajo, ya que el ruido exacerba su hipersensibilidad; además, los acúfenos aumentan en intensidad y , a veces, alcanzan niveles imposibles de tolerar.
El principal síntoma en la hiperacusia es una reducida tolerancia sonora y/o una mayor sensibilidad a los sonidos en la vida cotidiana del paciente, como: agua saliendo del grifo, gente hablando, ruidos del tráfico, sonidos procedentes de animales (pájaros, perros ladrando) e incluso sonidos en la propia cabeza del paciente, como: masticar, respirar. Estos sonidos pueden resultar físicamente dolorosos para el paciente, ya que se perciben muy intensos o su frecuencia es muy aguda.
Algunos tipos de sonidos cotidianos que comúnmente son reportados como intolerables, son el ruido que se produce al manipular la vajilla, los chillidos de niños, ladridos de perros, sonidos procedentes de pequeños altavoces, como: teléfono, móvil, ruido de tráfico de vehículos, alarmas, sirenas, los pitidos de aparatos electrónicos y electrodomésticos, el ruido que se produce al arrugar bolsas de plástico.
En general, los sonidos de frecuencias altas son los sonidos que más molestan al paciente con hiperacusia

No todas las personas con hiperacusia experimentan este síntoma del mismo modo; hay quien ante la exposición a sonidos no experimenta dolor o éste es muy leve, o hay quien no tiene la percepción de que los sonidos se perciban demasiado intensos

Los pacientes con hiperacusia se sienten virtualmente prisioneros del ruido, ya al despertarse les molesta el sonido de las actividades habituales, que oyen como inusitadamente intensas.
Los pacientes suelen abandonar sus actividades deportivas y de recreo, así como, ciertas actividades: pasear, hablar por teléfono, salir con amigos.


Los síntomas más frecuentemente de aparición de hiperacusia es un sonido estrepitoso, sobre todo repentino, como el de la música o a la voz de un locutor amplificado por unos altavoces potentes, situados muy cerca de los oídos del oyente.
- Sensación de plenitud en los oídos, o dolor interno de los mismos
- Trastornos del sueño
- Incremento del estrés
Fonofobia
Otro desorden de sensibilidad al sonido es la fonofobia: el temor de que ciertos sonidos o tipos de sonidos afecten la audición o empeoren el acúfeno, lo que conlleva la persona a evitar esos sonidos tanto como sea posible. A veces, la fonofobia se desarrolla como resultado de la hiperacusia. La persona tiene medio de la exposición a sonidos que le parecen intensos y cree que dañarán la audición
Junto al síntoma principal pueden aparecer otros síntomas relacionados; algunos son muy frecuentes, y otros, aparecen en ocasiones. Estos síntomas son los siguientes: acúfenos (también conocidos como tinnitus).
- Son ruidos subjetivos que los pacientes perciben a pesar de no haber estímulo físico externo que los produzca. Pueden aumentar de intensidad ante la exposición a sonidos por encima del umbral de tolerancia.
- Sensación de oídos tapados.
- Dolor localizado en oído interno (dolor afilado e intenso).
- Distorsión de los sonidos. Puede ser percibido también como sonido metálico.
- Autofonía (resonancia de la propia voz).
- Sensación de cosquilleo o picor en el oído.
Dolor que se irradia a las zonas inervadas por el nervio trigémino (mejilla, mandíbula, dientes, cuero cabelludo, senos maxilares, parte anterior de la lengua) - Sensación de sonido apagado.
- Aleteo del tímpano.
- Sonidos en el oído medio (objetivos, no acúfenos) provocados al hablar, tragar o bostezar.
- Dolor de cabeza.
Reclutamiento auditivo
El reclutamiento auditivo tiene lugar en algunos pacientes que presentan pérdida auditiva de sonidos agudos, debido a una enfermedad o desorden de la cóclea (oído interno). El reclutamiento auditivo se refiere al rápido incremento de la intensidad a determinados sonidos que se hallan en la misma frecuencia de la pérdida auditiva del paciente. Es decir, los sonidos pueden percibirse como suaves, y a continuación, con solo unos pequeños aumentos de la intensidad, pueden percibirse como muy intensos. Como los pacientes con reclutamiento auditivo también presentan pérdida auditiva, esto significa que no puedan escuchar a una persona que habla con un volumen normal, pero perciben una voz intensa muy elevada
Evitar el silencio en pacientes con hiperacusia
Muchas personas tienen la intención de permanecer en silencio como el mejor antídoto para el estrés de la vida cotidiana.
Pero el silencio no es una condición fisiológica y natural del hombre. El primer impulso de una persona con hiperacusia es usar tapones para los oídos para reducir el sonido que percibe. Sin embargo, esto provoca un deterioro de la hiperacusia, porque la reducción de la estimulación acústica causada por las tapones (privación sensorial) aumenta la sensibilidad de las vías nerviosas que transmiten el sonido desde el oído hasta el cerebro
Una situación similar a la que todos podemos verificar cuando al despertarnos por la noche, nuestros ojos se habitúan a la oscuridad